Sobre nosotros
Punta Marenco Lodge está ubicado a 15 minutos hacia el sur de Bahía Drake; en un paraíso conservado durante 30 años como Reserva Biológica por una familia costarricense. Este terreno anteriormente se conocía como Reserva Biológica Marenco, pero ahora, como resultado del esfuerzo de los propietarios, ha sido declarado en 1997 por el gobierno de Costa Rica como Refugio Nacional de Vida Silvestre; el nombre de este lugar ahora es "Refugio Nacional de Vida Silvestre Punta Río Claro". Descubrirás que llegar es parte de la aventura.
Con la intención de compartir con aquellos interesados en experimentar y descubrir los secretos y la belleza de la selva tropical primaria del Parque Nacional Corcovado y sus alrededores, la familia decidió hace varios años abrir un pequeño albergue que permitiera a las personas tener alojamiento básico en esta área.
Los alojamientos en la cima de la colina de Punta Marenco se acomodan en cómodas cabañas rústicas, cada una con terraza privada, que ofrece una vista panorámica del Pacífico y la selva circundante. Todas las habitaciones incluyen un baño privado. Las comidas de estilo familiar se sirven en nuestro gran restaurante al aire libre donde puede disfrutar viendo la puesta de sol.
Increíble aventura en el bosque
Punta Marenco es su puerta de entrada al Parque Nacional Corcovado, una de las reservas naturales más importantes de Mesoamérica. Es uno de los últimos refugios de Jaguares, Osos Hormigueros, Tapires; Pecaríes de labios blancos, perezosos y una gran cantidad de otros animales exóticos de la selva tropical. El bosque de altiplano, con árboles que se elevan a más de 140 pies y albergan cientos de especies de helechos, brómelas y orquídeas, se combina con pantanos de palma y manglares para hacer de Corcovado un sueño para los botánicos.
Increíble vida marina...
Costa Rica disfruta de uno de los ecosistemas oceánicos biológicamente más diversos del mundo. Ballenas, delfines, atunes, mantarrayas, tortugas marinas, peces vela y más se congregan cerca de las costas costarricenses, aprovechando este domo de aguas ecológicamente ricas durante todo el año.